El Botox no tiene ningún efecto secundario a largo plazo, pues la absorción del producto es total cabo de unos meses. El efecto de las inyecciones a largo plazo está poco estudiado. Hay quienes aseguran que es una solución temporal y adictiva. Los tratamientos con estas sustancias se posicionan como los más elegidos en medicina estética.
Según los resultados buscados, pueden aplicarse en conjunto. Las inyecciones de bótox son populares para reducir la apariencia de las arrugas faciales, aunque también se usan en el tratamiento de otras enfermedades, tal como los espasmos repetidos del cuello, la hinchazón excesiva, la vejiga hiperactiva y el ojo perezoso. Con el fin de garantizar su propia seguridad, es necesario que la administración del bótox esté a cargo de un proveedor de atención médica experimentado, tal como un especialista certificado en dermatología, cirugía plástica, cirugía plástica ocular u otorrinolaringología, quien la haya examinado personalmente. A pesar de ser raro, las inyecciones de bótox pueden provocar efectos secundarios, tales como dolor, hinchazón o moraduras en el sitio de la inyección, dolor de cabeza, síntomas parecidos a los de la gripe y sequedad en los ojos o lagrimeo excesivo, entre otros.
Su cara no se arrugará más como resultado del bótox y cuando lo suspenda, los músculos recuperarán la fuerza y el movimiento normales. La buena noticia es que los médicos ya no ofrecen los servicios de “cara de bótox , como cuando las cejas están siempre levantadas en un gesto perpetuo de sorpresa, o las frentes se ven lisas, pero no necesariamente jóvenes. Sin embargo, eso no significa que las personas mayores de 65 años no puedan o no deban usar el bótox, sino que es importante reconocer que los resultados quizás no sean tan buenos como en la población más joven. Como cualquier medicación, el Botox puede producir reacciones de tipo alérgico, que pueden ser leves y producir únicamente inflamación, enrojecimiento e hinchazón, o más graves y presentarse con síntomas como dificultad para respirar y edema importante.
Si bien la dosis necesaria para las arrugas es mucho menor que la administrada para otras afecciones, como la espasticidad muscular, no ha habido problemas importantes de seguridad con este medicamento en quienes reciben dosis más altas debido a esos otros problemas; eso sustenta aún más la seguridad del bótox. Si bien la mayoría de los dermatólogos coinciden en que este método funciona, a algunos les preocupa que los pacientes se sometan a intervenciones desde una edad muy temprana, y otros advierten sobre el costo económico a largo plazo de las inyecciones recurrentes. Los efectos del Botox son transitorios, con vuelta a la movilidad normal en aproximadamente 6 meses, por lo que es completamente reversible. La teoría es que, con el paso del tiempo, una usuaria recurrente de bótox debilita sus músculos faciales, frenando el proceso en que las arrugas dinámicas (las líneas que se forman con las expresiones) se fijan como arrugas estáticas (las líneas que se ven en el rostro cuando está en reposo).
Con frecuencia se suele confundir al ácido hialurónico con la toxina botulínica más conocida como bótox, por su nombre comercial , pero sus efectos no son iguales. Aunque muchos pacientes no lo saben, el Botox no sólo es un buen tratamiento para quienes tienen arrugas marcadas tras muchos años con una gesticulación importante de la cara. Es importante saber que los efectos adversos más graves del Botox se deben en muchos casos a una infiltración inadecuada, de manera que la toxina difunde a músculos en los que no debería actuar.