Es por ello que es recomendable someterse a un tratamiento con Botox a partir del momento en el que aparecen las primeras arrugas de expresión en la frente o en el entrecejo. Esta es la mejor forma de corregir los signos de la edad desde el principio. Por norma general, a partir de los 30-35 años empiezan a aparecer las primeras arrugas, esas pequeñas líneas de expresión. Es a esa edad, “justo antes de que se conviertan en rotura epidémica y haya que utilizar ya no solo más dosis de bótox sino también rellenos e hilos , como indica Leo Cerrud, cuando suele ser el momento de recurrir al bótox.
El médico coincide con el doctor Amselem en que no hay una edad concreta. La buena noticia es que los médicos ya no ofrecen los servicios de “cara de bótox , como cuando las cejas están siempre levantadas en un gesto perpetuo de sorpresa, o las frentes se ven lisas, pero no necesariamente jóvenes. Pero, ¿a qué edad se recomienda el botox? Esta es una de las dudas más habituales que nos viene a la cabeza cuando pensamos en someternos a este tratamiento. La teoría es que, con el paso del tiempo, una usuaria recurrente de bótox debilita sus músculos faciales, frenando el proceso en que las arrugas dinámicas (las líneas que se forman con las expresiones) se fijan como arrugas estáticas (las líneas que se ven en el rostro cuando está en reposo).
La edad más recomendada para comenzar a utilizar el botox son los 30 años, momento en el que no se han desarrollado completamente las arrugas dinámicas y es posible prevenir la formación de las mismas utilizando toxina botulínica como una herramienta preventiva. La premisa básica es que si empiezas a usar bótox, el cual congela las arrugas, cuando eres joven, no desarrollarás las marcas del envejecimiento que la gente trata de “corregir más adelante en la vida.